El pasado domingo fue un día muy especial, ya que despedimos
y dimos la bienvenida a un montón de amigos.
Llegamos al parque en autobús, almorzamos y jugamos todos
juntos.
Antes de comer preparamos las bienvenidas y despedidas que
íbamos a darles a los nuevos compañeros que venían a nuestra rama y a los que
despedíamos.
Comimos y después de comer llego el gran momento, “EL PASE DE
RAMAS”. A partir de ahora las ramas ya no serian las mismas…
Todo empezó recibiendo a nuevas plumitas e invitándoles a
pasar a su bosque, pero para ello debían de pasar su primera prueba, cruzar por
la cinta naranja sin perder el equilibrio, al otro lado de la cuerda les
esperaban todos sus nuevos amigos y sus monitoras que les dieron una cariñosa bienvenida.
Pero llegaba la parte triste, algunas plumitas debían
abandonar el bosque y debían despedirlas y despedirse, les desearon lo mejor y se fueron muy
contentas cruzando la cinta amarilla, hasta llegar a su nueva rama, en la que
monitoras y niños ya las estaban acogiendo.
Pero otra vez volvió la tristeza se tenían que despedir de
dos compañeras, pero lo hicieron tan bien, tan bien que caminaron hasta su nueva
rama como una buena alita “llenas de alegría”.
En la rama pionera también hubo cambios porque tres pioneras
dejaban de serlo, se mascaba la tensión en el ambiente porque antes de pasar
debían superar una serie de “obstáculos”, una vez que los superaron y
habiéndonos echando unas risas estaban preparadas para cruzar por esa cinta
roja, que les llevaba a su nuevo destino, las guías mayores, donde debían
empezar a estar siempre listas para servir.
Y esto no es todo porque la rama guía mayor debía despedir a
una compañera ¿Y qué pasaría con ella?
Nosotros los monitores la estábamos esperando, pero no le
íbamos a poner fácil ser monitora, tenía que conseguir entrar para formar parte
del equipo de monitores. ¿Lo consiguió?
Claro que si aunque algunos monitores salieron un poco mal parados…
Pero aquí no termina todo porque además Elena pasaba a formar parte de ese bosque de las plumitas, nada más acercarse ya le nacieron unas alas y consiguió su pañoleta naranja.
Las alitas también recibieron a una nueva monitora, Patricia
que a partir de ese momento era ya una alita más.
Marina se despidió de sus queridas alitas y piso la cinta
azul que le llevaba a formar parte de la rama guía. Allí la recibieron con un caluroso abrazo.
Javi, a pasar de su enorme tristeza por la despedida que le
habían hecho las guías, y de haberle conseguido quitar esa pañoleta tan, tan…; entro
a formar parte de su nueva rama, la rama pionera.
Y por último Cris dejó a sus pioneras y se comprometió con
las guías mayores.
Pero esto no es todo, porque ya cada uno ubicado en su rama
pudo aprender y planificar con sus compañeros lo que íbamos a hacer a lo largo
del curso.
Y desde aquí comienza un nuevo curso al que os damos a todos una
gran bienvenida.
¿Y la estupenda y maravillosa foto final de grupo? ¿Eh? ¿Eh? ¿EH? :D
ResponderEliminarEso, estoy con Bea, jajajajaja da gusto ver lo bien que lo pasais
ResponderEliminarYOLI